Los procesos de expansión urbana y las dinámicas que se producen en grandes urbes como Ciudad de México tienden a sustituir o relegar los espacios naturales, considerándolos en ocasiones como un elemento accesorio o ajeno a las ciudades.
El Gobierno busca recuperar una visión integral de la ciudad, que incluya los bosques y los otros sistemas naturales, que abarcan 60% de nuestra extensión territorial, y en la que habita parte importante de la población en contacto permanente con estos ecosistemas.
Para enfrentar con éxito los desafíos que en la actualidad nos presenta el cambio climático, es necesario construir una ciudad que establezca un balance entre la zona urbana y su entorno natural. Debemos recuperar los procesos naturales en todo el territorio de la entidad, incluyendo las zonas más urbanizadas. El fortalecimiento del suelo natural, la vegetación y la presencia de diversos organismos, como insectos y otros animales, son uno de los pilares fundamentales para lograr una mejor calidad de vida en toda Ciudad de México.
El refuerzo de acciones que preserven el Suelo de Conservación, las Áreas Naturales Protegidas y las Áreas de Valor Ambiental son fundamentales por los servicios ambientales que brindan, tales como la absorción de contaminantes, la recarga de los acuíferos, la regulación del clima (combatiendo las islas de calor que se forman en el interior de la ciudad) y el fortalecimiento de la seguridad alimentaria a través de la polinización.
También es fundamental recuperar y reverdecer los espacios urbanos, porque ayudan a restablecer los equilibrios ecológicos y aportan servicios ambientales, al tiempo que ofrecen beneficios culturales y sociales con oportunidades de recreación, educación ambiental y reapropiación de los espacios públicos. Las áreas verdes y de recreación generan también condiciones de seguridad ciudadana y convivencia social.
El deterioro y la pérdida del suelo de conservación tiene múltiples causas que se remiten al crecimiento de la mancha urbana y al empobrecimiento de los trabajadores rurales que no pueden seguir practicando sus actividades tradicionales en armonía con su entorno natural.
En áreas importantes del suelo de conservación, se encuentra además la Zona Patrimonio Mundial, Natural y Cultural de la Humanidad en Xochimilco, Tláhuac y Milpa Alta.
El Gobierno de la ciudad destinó una inversión histórica de $1,000 millones durante 2019 para la implementación de un programa de apoyo a los habitantes de las zonas rurales.
El Programa Altépetl atiende las necesidades de la población y el medio ambiente en el suelo de conservación de manera integral, a través de tres componentes: Cuauhtlán, Centli y Nelhuayótl. Se desarrollan acciones para la preservación de los ecosistemas y de la Zona Patrimonio Mundial, al tiempo que se ofrecen alternativas de desarrollo económico sustentable para la población.
Mediante los tres componentes del programa, durante 2019 se brindaron 12,178 apoyos para un total de 40,366 habitantes del suelo de conservación.
Entre los beneficios se cuenta la creación de empleos temporales; el desarrollo y fortalecimiento de actividades agropecuarias; la restauración, mantenimiento y protección de los recursos naturales, y la preservación del patrimonio cultural tangible e intangible.
El componente Cuauhtlán está enfocado en la conservación, preservación y restauración de recursos naturales y los servicios ambientales de las áreas forestales.
A partir de 2020, este programa se transformó para enfocar sus acciones al “Bienestar para el Bosque”, que incluye nuevas líneas de ayuda para mejorar el manejo forestal.
Como parte de este componente, del 1 de agosto de 2019 al 31 de julio de 2020, se llevaron a cabo acciones de conservación en beneficio de aproximadamente 16,357personas, entre núcleos agrarios, ejidatarios, comuneros, brigadistas, jefes de brigada y técnicos forestales.
Estos apoyos se tradujeron en diversas acciones: rehabilitación de 2,416 km2 de canales y ríos del sistema de canales del suelo de conservación; la limpieza de más de 102,000 m3 de barrancas y 157,000 m2 de chaponeo en barrancas y canales, y la recuperación de 80 ha en San Gregorio Atlapulco (Xochimilco), 6.5 ha en La Brecha (Xochimilco) y 32 ha en Ajusco medio (Tlalpan), entre otros. Como parte de los trabajos realizados durante 2020, se han rehabilitado 350,000 m2 de canales y cuerpos de agua, mientras que, para diciembre de este año, se logrará la rehabilitación de 660,000 m2.
Los componentes “Centli” y “Nelhuayotl” vigentes en 2019 se fusionaron para fortalecer las principales líneas de atención. Los nuevos componentes: “Sembrando Vida Ciudad de México” y “Bienestar para el campo” ejecutan acciones dirigidas al sector agropecuario y al rescate y mantenimiento del patrimonio biocultural del suelo de conservación.
Los apoyos que se otorgan sirven para favorecer la diversificación de productos y servicios ambientales ofrecidos por los sistemas agroforestales, silvopastoriles y agrosilvopastoriles. Se dan incentivos para la adopción de sistemas agrícolas tradicionales; el fortalecimiento de actividades rurales como “turismo rural”; la conservación de la “vida silvestre” y el fomento de las “cadenas cortas de comercialización”.
A través de los componentes Sembrando Vida Ciudad de México, Bienestar para el campo y Facilitadores del cambio, del 1 de agosto de 2019 al 31 de julio de 2020, se apoyaron 11,081 beneficiarios.
Se llevaron a cabo dos ferias de proveedores que les facilitaron a los productores la adquisición de insumos y herramientas, además de la rehabilitación de la infraestructura de invernaderos, unidades de riego y unidades de producción pecuaria.
Se apoyaron 197 iniciativas para facilitar la adquisición de equipamiento, la realización de talleres y la creación de obras, materiales de difusión y espacios para la expresión cultural, vinculados a la Zona Patrimonio Mundial.
Asimismo, se logró la realización de 38 proyectos estratégicos que beneficiaron a 25,508 personas y un impacto positivo indirecto para 399,126 habitantes. Entre los proyectos estratégicos a los que se dio apoyo, destacan los siguientes:
Mediante los componentes Sembrando Vida Ciudad de México, Bienestar para el Campo y Facilitadores del Cambio) en el periodo del 1 de agosto de 2019 al 31 de julio de 2020, se apoyó a 11,081 personas beneficiarias para: la realización de actividades agrícolas, pecuarias, agroforestales, silvopastoriles y agrosilvopastoriles; la transformación de la producción primaria; la conservación del patrimonio cultural tangible, intangible y natural, así como para el desarrollo de actividades de documentación y divulgación.
Para finales del 2020, como parte de estos tres componentes, se habrán otorgado más de 12,000 apoyos para fortalecer la economía rural sustentable y el patrimonio natural y cultural en el suelo de conservación.
Las áreas naturales protegidas han sufrido un deterioro ambiental paulatino en sus ecosistemas que requieren intervenciones integrales para su rehabilitación. En el periodo que abarca este informe, se ha trabajado en cuatro de ellas, desde una visión que promueve la educación ambiental para la conservación y el disfrute de esos espacios públicos, con una infraestructura que brinda posibilidades de recreación y mayor seguridad.
En el Cerro de la Estrella se concluyó la forestación de 7,600 m2, con una plantación de 12,000 ejemplares, y la rehabilitación de 121.7 ha. Se crearon dos jardines polinizadores y un jardín de cactáceas y agaves, un área de juegos infantiles, un gimnasio al aire libre, una trotapista, un sendero de jogging, dos miradores y cuatro casetas de vigilancia.
Con el objetivo de hacer más atractiva y segura el área, se realizó el mantenimiento del sendero; se habilitaron zonas de descanso de 12 m2 cada una, con áreas de amortiguamiento vegetal y bancas; se suministró señalética tipo tótem, módulos de basura y juegos infantiles.
Se estima que el Área Natural Protegida Cerro de la Estrella cuente con la visita de 700,000 usuarios anualmente. Estas acciones implicaron una inversión total de $20 millones.
En el Parque Ecológico de Ciudad de México se finalizó la forestación de 2,000 m2 con una plantación de 4,800 ejemplares. Se rehabilitaron 727 ha, poniendo en funcionamiento los accesos principales y casetas de vigilancia. Hay un jardín de lluvia, un módulo de baños, luminarias, señalética, senderos, puntos vigía y miradores.
Se transformó el área en un espacio público para el goce y la educación ambiental, con una inversión de $13.5 millones, en beneficio de 72,000 usuarios anuales, aproximadamente, que visitarán el parque.
En la Sierra de Santa Catarina, se finalizó la plantación de 6,975 árboles y arbustos en una superficie de 12,000 m2. Adicionalmente, se rehabilitaron 748.5 ha en las zonas de Zacatepec, El Zapote y Yecahuizotl.
En estas tres zonas se erigieron muros ecológicos que permiten la consolidación de los límites perimetrales y funcionan como barreras de contención frente a asentamientos humanos irregulares.
En Zacatepec, se habilitó un mirador, un teatro al aire libre, un pabellón de polinizadores, una carpa geodésica y un laberinto de Palo loco (Pittocaulon praecox); además, se colocaron seis luminarias y 16 elementos de señalética (letreros tipo bandera, display y espectacular) para hacerla más segura y funcional.
En El Zapote se mejoraron los senderos y el equipamiento deportivo, se construyó una plaza de acceso principal, un gimnasio al aire libre y un área de juegos infantiles. Se construyó un mirador, zonas de estar con bancas y áreas verdes, palapas y sanitarios.
En el espacio de Yecahuizotl se rehabilitaron los senderos; se creó una plaza de acceso principal, y se colocó una carpa geodésica. Se reforestaron 60 módulos de áreas verdes y se crearon un jardín de polinizadores, uno de cactáceas, un jardín-laberinto de Palo loco, un pabellón polinizador y un auditorio al aire libre.
Todas estas acciones involucraron un presupuesto total de $47.6 millones durante 2019 y se estima un beneficio directo para 900,000 usuarios anuales.
Este proyecto obtuvo el premio internacional DNA Paris Design Awards 2020, dentro de dos categorías: “Arquitectura del Paisaje para la Rehabilitación Integral y Contemporánea” y “Diseño del paisaje: parques y espacios públicos, comunidad educativa e instalaciones recreativas”. Este premio es un reconocimiento al enfoque socioambiental que impulsa la recuperación de estos espacios y la construcción de oportunidades para acercar a la ciudadanía al patrimonio natural y su conservación.
La administración y coordinación de actividades en el Bosque de Chapultepec y el Bosque de San Juan de Aragón tienen como objetivo garantizar la preservación de los ecosistemas y sus servicios ambientales, al tiempo que proporcionan los espacios y servicios necesarios para promover entre la población el disfrute del espacio público y su participación en actividades de educación ambiental.
El Bosque de Chapultepec es uno de los espacios más representativos de la zona urbana de Ciudad de México; entre el 1 de agosto de 2019 y el 31 de julio de 2020, recibió 13,683,000 visitantes y fue reconocido como el Mejor Parque del Mundo en 2019 dentro de la categoría Oro del Premio Large Urban Parks, que otorga la asociación World Urban Parks, a partir de una evaluación que incluyó rubros como el diseño, instalaciones, seguridad, participación de la comunidad y gestión del bosque.
Entre agosto de 2019 y julio de 2020, se restauraron cuatro fuentes (Adagio del Amor, Novios, Altar a la Patria y Las Ranas) y se realizaron acciones de mantenimiento consistentes en: limpieza de 17,830 piezas del mobiliario; lavado y barrido de 167,000 m2 de andadores; 159,400 m de limpieza y desazolve de rejillas; lavado y cambio de agua en 181,500 m2; retiro de grafiti en 251 m2; 161,060 ml de limpieza de canal; pintura en 287 m2, y albañilería en 64 m2.
Se crearon dos jardines para polinizadores y se realizaron acciones de revegetación, mediante las cuales se plantaron 5,717 ejemplares, que incluyeron la plantación de un cedro blanco en la zona del Parque Gandhi, 28 jacarandas, 21 ejemplares de liquidambar, 70 encinos, plantas ornamentales (hemerocalis), ejemplares de cola de caballo, 20,000 m2 de pasto peniseto en Parque Lomas y se utilizó la técnica de agricultura sintrópica para la restauración de suelos, conocida como “nidos de fertilidad”. En el marco de las actividades de saneamiento, se realizaron 408 dictámenes para derribos y podas, que derivaron en 252 derribos, 34 podas y el retiro de 22 tocones.
El plan maestro consta de 21 proyectos de intervención para las cuatro secciones del Bosque de Chapultepec, que incluyen la rehabilitación de las secciones tercera y cuarta que serán incorporadas a las primeras dos, convirtiéndolo en el parque urbano con mayor extensión de América Latina.
La ejecución del plan maestro se realiza en coordinación con la Secretaría de Cultura federal, la Secretaría del Medio Ambiente del Gobierno de la ciudad y el Taller Chapultepec.
Del 1 de agosto del 2019, fecha en que se iniciaron las labores de su desarrollo, al 31 de julio de 2020, se reporta 90% de avance.
Al 31 de julio de 2020, los proyectos que cuentan con un avance significativo son:
La inversión total contemplada para el Plan Maestro Centro Cultural Bosque de Chapultepec asciende a $10,000 millones para ser erogados en el periodo 2020-2024. Por ser un proyecto de escala metropolitana el beneficio indirecto total, al término de este plan maestro, será para 25 millones de personas anuales.
El bosque de Aragón tiene una importante vocación ecológica: es el principal pulmón verde y centro de convivencia de la zona nororiente de la ciudad. Sin embargo, el bajo mantenimiento que ha recibido lo convirtió en un sitio abandonado y con instalaciones obsoletas.
A través de un proyecto integral de recuperación y rehabilitación de espacios para revitalizar el bosque de Aragón, se llevaron a cabo diversas acciones de infraestructura y equipamiento:
Del 1 de agosto de 2019 al 31 de julio de 2020, se crearon cinco jardines polinizadores con un total de 1,000 plantas y se plantaron 44,917 ejemplares de distintas especies.
Una de las obras más importantes dentro del proyecto integral del bosque de Aragón fue la construcción de un segundo humedal artificial con diseño único en el mundo por su forma en espiral, en donde, a través de sistemas naturales, se purifica el agua del lago y se mejora el ecosistema.
El humedal abarca una superficie total de 3,108 m2 y se compone de 24 espacios: cuatro tinas de vegetación de ornato, nueve piletas de vegetación depuradora de contaminantes y 11 piletas de sedimentación.
El establecimiento de este nuevo humedal genera beneficios para los ecosistemas y la población, como el mejoramiento de la calidad del agua derivado de su tratamiento, que permite aprovecharla para riego, protección de vida silvestre, captura de CO2, generación de oxígeno, regulación de la isla de calor dentro del propio territorio del bosque, conservación de la fauna acuática, mantenimiento del hábitat para insectos, aves y otro tipo de fauna, mejora del entorno paisajístico y la posibilidad de contar con un “laboratorio vivo” que permite mostrarle a la ciudadanía, de manera directa, el desarrollo de acciones y tecnologías ambientales.
Derivado de la gestión del bosque, entre agosto de 2019 y julio de 2020 se contó con 1,660,036 visitantes, estimándose un total de 4.6 millones de visitantes anuales. Durante este periodo se atendieron 248,007 personas en los espacios recreativos, culturales y deportivos, y 42,396 en el balneario.
Los trabajos de la segunda etapa, que concluirá a finales del año 2020, iniciaron con la sustitución de redes de agua potable, aguas servidas y tratadas, con un novedoso y eficiente sistema de riego. Se rehabilitó el circuito central y el acceso a la puerta uno, mediante el mejoramiento de guarniciones, carpeta asfáltica, y áreas verdes, con un proyecto moderno de iluminación y señalética. La inversión de la segunda etapa es de $100 millones.