El derecho a la salud y su protección forma parte del conjunto de derechos fundamentales amparados en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, la Constitución de la Ciudad de México, en Leyes federales y locales, así como en Tratados Internacionales. La salud, concebida como una meta capacidad humana -y no solo como ausencia de enfermedad- requiere considerar dos campos de la política pública: acciones intersectoriales que incidan sobre los determinantes sociales y la prestación de servicios médico-sanitarios universales de calidad a toda la población. La aparición del virus SARS-CoV-2 presentaba un reto para garantizar este derecho, por lo cual se llevaron a cabo distintas acciones en coordinación con el Gobierno de México de manera preventiva antes de la llegada del primer caso a la Ciudad.
Desde el inicio, las condiciones de la ciudad hacían propicia que fuera el espacio territorial de mayor concentración de casos, contagios y demanda de atención hospitalaria. Fue necesario desarrollar una propuesta integral y anticipatoria para contender con la epidemia en una ciudad en la que habitan 9 millones de personas y transitan diariamente 5 millones más para desarrollar actividades de servicios, comerciales o recreativas. Ello implicaba también adoptar una perspectiva metropolitana, en una Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM) en la que 22 millones de habitantes mantienen una interacción económica-social muy intensa.
La ZMVM magnifica la heterogeneidad urbana, las condiciones de pobreza, de vulnerabilidad y de polarización epidemiológica y sanitaria. Nos caracterizan condiciones de vida y salud muy desiguales, con prevalencias elevadas de enfermedades crónicas no transmisibles (ECNT). En particular la diabetes mellitus tipo 2 que afecta a 12.4 de cada 100 mayores de 20 años, la hipertensión arterial sistémica cuya prevalencia es de 20 por 100 mayores de 20 años y el sobrepeso y la obesidad que en conjunto se presentan en 75% de la población adulta.
Durante el mes de marzo, el gobierno de la ciudad desarrolló diversos mecanismos para la atención inmediata a la pandemia. Las herramientas generadas se pensaron para dar solución a los diferentes retos que presenta esta emergencia sanitaria con base en el uso de tecnología, sustento científico y datos.
En marzo comenzó el desarrollo de un modelo matemático-epidemiológico para adelantar la evolución de la pandemia y proveer de información diariamente para la toma de decisiones de gobierno con una base científica, el cual se presentó públicamente en abril. Los resultados de dicho modelo fueron importantes para decretar el cierre de actividades de manera anticipada para disminuir la velocidad de contagio. También en marzo, se lanzó el tamizaje automatizado vía SMS/LOCATEL, el cual fue modificado en los meses posteriores con base en el desarrollo de la pandemia. Este mismo mes se habilitaron las primeras plataformas digitales para que los funcionarios públicos de la Ciudad pudieran realizar trámites relativos a su ausencia del trabajo presencial. Así como diversas acciones preventivas en los organismos de movilidad.
Previo a la pandemia, la Ciudad de México contaba con 38 Unidades de Salud Monitoras de Influenza (USMI), de las cuales 22 pertenecen a la Secretaría de Salud, 11 a Servicios de Salud Pública y cinco a los Institutos Nacionales de Salud. A partir del inicio de la pandemia en México, las USMI fueron renombradas por las autoridades federales como Unidades de Salud Monitoras de Enfermedad Respiratoria (USMER) con las que se realiza la vigilancia centinela de influenza, COVID-19 y de cualquier infección respiratoria aguda grave (IRAG).
El propósito de las USMER es fortalecer la vigilancia epidemiológica virológica de infecciones respiratorias agudas graves, entre las que se encuentran la influenza y la Covid-19. En estos espacios se reforzó la toma de muestras para realizarla a todos los casos que cumplan con la definición operacional o que sean contactos directos de un caso confirmado de Covid-19. En respuesta a la emergencia, se habilitaron 120 unidades de primer nivel como unidades en donde se toman muestras para diagnóstico de coronavirus. De esta manera se ha logrado ampliar la cobertura diagnóstica y facilitar las acciones de control y mitigación de la pandemia, pues se cuenta con 151 unidades médicas, distribuidas en 120 centros de salud y 31 hospitales. Estas unidades están distribuidas en las 16 alcaldías y el procesamiento de las muestras se realiza en cuatro laboratorios avalados por el Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológica (INDRE).
El Modelo Epidemiológico de la Ciudad de México desarrollado por la Agencia Digital de Innovación Pública tuvo dos objetivos centrales: i) determinar la velocidad inicial del crecimiento de casos y contagios y ii) monitorear la evolución de los casos que requieren hospitalización para determinar la trayectoria de los contagios. Para el Gobierno, era imprescindible tener visibilidad de manera anticipada acerca del número de personas que potencialmente podrían estar hospitalizadas y en terapia intensiva como consecuencia del COVID-19. Dicha información era necesaria para contar de manera oportuna con los recursos médicos y humanos y brindar la mejor atención médica posible. A partir de la premisa anterior, se trabajó en modelar la velocidad del crecimiento de la pandemia.
El principal reto para la creación del Modelo fue la falta de información acerca del número de casos, dado que inicialmente la aplicación de pruebas estaba dirigida a una definición operacional de caso más estrecha y representaba en un porcentaje importante a las personas que llegaban a los hospitales; los modelos utilizados en otras ciudades se hacían con base en el número de infectados, y dicha información no estaba disponible al nivel necesario para las estimaciones en la Ciudad. Por lo anterior, se optó por diseñar el Modelo a partir de las hospitalizaciones y no de casos confirmados.
Esto también por sus implicaciones en materia de política pública donde era importante asegurar el derecho a la salud por medio de tener los insumos necesarios en los hospitales y una cama disponible para quien lo requiriera. De manera temprana, se comenzó a monitorear el número confirmado de casos en hospitales. Una vez que empezó a obtenerse información sobre las hospitalizaciones, el Modelo se ajustó a estos primeros indicadores de ocupación, disponibles a partir de la última semana de marzo. La metodología y una explicación del Modelo están disponibles en modelo.covid19.cdmx.gob.mx.
El crecimiento de casos previsiblemente se traduce en una mayor ocupación hospitalaria, por lo que se trabajó en una función que hacía posible proyectar la relación entre casos y camas hospitalarias ocupadas, con base en literatura internacional sobre qué proporción de una comunidad infectada requiere atención en el hospital. La primera acción derivada de la información obtenida mediante el Modelo fue la determinación de cuántas camas hospitalarias era necesario habilitar. Las autoridades de Salud trabajaron para la habilitación oportuna de camas, los insumos y el personal necesarios para brindar la atención. Asimismo, las proyecciones del modelo fueron fundamentales para que la Jefatura de Gobierno determinara el momento adecuado para comenzar el confinamiento, así como la implementación de acciones concretas de contención, en el afán de evitar el desbordamiento del sistema de Salud. De esta manera el modelo fue una herramienta para el seguimiento y la toma de decisiones diaria para tener el pulso del avance de la pandemia y establecer políticas de contención del virus.
Uno de los parámetros estimados por el Modelo a partir del seguimiento diario es el número de reproducción (R0), el cual indica a cuántas personas más contagia cada caso confirmado, y cuyo valor idealmente debe ubicarse cerca de 1. Con base en el valor de R0, es posible presentar escenarios diarios de crecimiento o decrecimiento en la capacidad hospitalaria de camas generales y con intubación.
Es de destacar que el comportamiento de la pandemia en la Ciudad ha coincidido prácticamente en todo momento con alguna de las proyecciones hechas para los distintos escenarios modelados: uno optimista, uno medio y uno pesimista. El Modelo se ha recalibrado conforme han cambiado las condiciones de vida en la Ciudad; por ejemplo, cuando se reanudaron algunas actividades económicas de acuerdo con el Plan Gradual hacia una Nueva Normalidad. Se conserva además la proyección base que se hizo inicialmente como referencia.
Durante la fase 1 de medidas de prevención y control de contagios, el 19 de marzo de 2020, el Gobierno de la Ciudad de México coordinó los trabajos en conjunto con el Estado de México y el Gobierno Federal para la instalación del Comité Metropolitano de Salud, con el propósito de delinear acciones ante la emergencia sanitaria e informar oportunamente a la población de la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM). Un paso fundamental para reforzar las medidas para cuidar la salud de cerca de 22 millones de habitantes frente a la posible propagación del Coronavirus, y tomar decisiones regionales en coordinación con el Gobierno de México.
El Comité Metropolitano de Salud permitió que en la práctica las diversas instituciones operaran como un sólo sistema de salud pública, lo que era crucial para asegurar el número de camas necesarias para atender a la población de acuerdo con las estimaciones del modelo epidemiológico. A partir de entonces dicho comité ha mantenido reuniones diarias donde se le da seguimiento a una serie de indicadores para el monitoreo de la pandemia y ha sido un espacio de coordinación para garantizar el derecho a la salud de las personas de la Zona Metropolitana del Valle de México.
Hacia la segunda quincena del mes de marzo empezaron a reunirse diariamente a las 9 de la mañana titulares o representantes de varias secretarías del gabinete y de otras entidades gubernamentales bajo la coordinación de la Jefatura de Gobierno. El objetivo fue asegurar un trabajo conjunto a nivel de Gobierno de la Ciudad de México. El Comité Local daría a partir de entonces un seguimiento diario a la evolución de la pandemia por medio de diversos indicadores, como los datos sobre el número de hospitalizados generales e intubados de la Ciudad de México que se iban presentando día con día.
Paralelamente se estaba creando el Modelo Epidemiológico para el monitoreo y estimación de la capacidad hospitalaria necesaria, que tenía como el indicador más importante justamente las hospitalizaciones y el número de camas utilizadas, tanto para tratamiento general como para pacientes intubados. Sus resultados fueron comparados diariamente con el monitoreo realizado en los hospitales de la Zona Metropolitana del Valle de México para identificar en qué hospitales habían crecido los ingresos, cuáles reportaban más decesos, dónde se localizaban y a partir de estos datos determinar un curso de acción. Esto permitía comparar diariamente estimaciones para saber si la pandemia se estaba comportando de acuerdo, por encima o por debajo de lo estimado. Con base en el análisis de los resultados obtenidos por el modelo, diariamente se planteaban las acciones a seguir.
El Comité ha mantenido desde esa fecha hasta entonces sus reuniones diarias y ha servido como un espacio para la coordinación y el planteamiento de la estrategia general de atención a la pandemia en la Ciudad de México.
Se desarrolló un sistema de monitoreo a partir de mensaje de texto (SMS) enviado al 51515 con la palabra “covid19”, con el objetivo de dar seguimiento de casos sospechosos que, de forma automatizada, realiza el filtrado y la conformación de grupos de riesgo.
En el momento en que el sistema detecta un caso sospechoso, se registran automáticamente los datos de la persona y un equipo especializado de Locatel realiza una entrevista vía telefónica a las personas para su clasificación, respetando en todo momento la privacidad y los datos personales, y continúa con las siguientes acciones:
El seguimiento telefónico es realizado por personal médico, adscrito a Locatel, a través de un modelo de telemedicina por videollamadas para evaluación de síntomas y canalización del caso según la gravedad del mismo, si se trata de casos leves son canalizados a los servicios de salud de la Sedesa y en caso de una emergencia directamente con el 911 para su traslado hospitalario. Por lo que respecta las videollamadas durante este período se realizaron 1,669 y 750 casos fueron redirigidos a los servicios de 911. En las 16 jurisdicciones sanitarias se han atendido un total de 71,933 llamadas, realizándose hasta el momento, 5,212 visitas domiciliarias por personal sanitario se han tomado un total de 4,432 muestras, de las cuales 1,432 resultaron positivas.
Al 31 de julio el sistema SMS/Locatel contaba con 788,436 usuarios acumulados de los cuales 572,125 realizaron el tamizaje completo. Del número total de usuarios 548,372 tienen su domicilio en la Ciudad de México.
La implementación temprana de este mecanismo fue fundamental para atender a los casos leves y moderados, apoyar su resguardo domiciliario y contener la demanda hospitalaria para casos no graves. Además, el gobierno de la ciudad incentivó el resguardo domiciliario de casos y contactos durante 15 días con un kit médico, despensa y apoyo monetario. Adicionalmente, se hizo una adaptación específica para la atención de las personas que trabajan en la Central de Abasto (CEDA). El objetivo de la herramienta es dar seguimiento a los casos sospechosos de Covid-19 para contener la pandemia sin que las personas tuvieran que salir de casa.
Durante la primera fase de la pandemia, el servicio estuvo disponible vía SMS sin costo, gracias a un acuerdo con las principales operadoras de servicios telefónicos del país. Esto permitió que cualquier ciudadano, contara o no con un plan de datos, pudiera hacer uso del servicio de forma completamente gratuita. La atención también estuvo disponible utilizando el portal web test.covid19.cdmx.gob.mx o llamando directamente a LOCATEL.
A partir del 27 de marzo, se incorporaron cambios en el sistema de tamizaje con el objetivo de brindar la atención adecuada en la etapa de contagio comunitario. Desde el 1 de abril, el servicio se habilitó también en Facebook Messenger, sumando así cuatro vías de acceso. Asimismo, se incorporó el 911, número único de emergencias, al flujo de atención para los pacientes que, debido a la gravedad de su caso, requirieran ser trasladados inmediatamente al hospital. Se crearon diversos sistemas de gestión para los equipos operativos de los centros de llamada de Locatel, Sedesa y el 911, así como para las brigadas de entrega de apoyos en territorio. Esto fue para integrar los distintos puntos de acceso al sistema, generando la interoperabilidad entre las plataformas y, consecuentemente, la posibilidad de compartir la información en tiempo real.
Ante la declaratoria de emergencia sanitaria, y con la finalidad de apoyar a aquellas personas que fueron diagnosticadas con esta enfermedad, el 3 de abril de 2020 se emitió el Procedimiento específico para la entrega de apoyos económicos y en especie para apoyar a las personas enfermas o con sintomatología de Covid-19 y a sus familiares. Las personas identificadas con el tamizaje automatizado vía SMS han sido contactadas telefónicamente por un médico del servicio Locatel quien realiza una serie de preguntas con las cuales se delinea el perfil para ser personas beneficiarias por esta acción. El programa tiene como objetivo principal favorecer que los miembros de un hogar con un caso confirmado o con sospecha de Covid-19 con síntomas leves puedan mantenerse en casa durante 15 días y tengan todo lo necesario en términos de ayuda médica y para su sostén durante este período, contribuyendo así a cortar cadenas de contagio.
El apoyo otorgado consiste en la entrega de un kit médico, apoyo alimentario y una transferencia monetaria que se deposita en una tarjeta con chip y banda magnética. Los kits médicos contienen un termómetro, 28 cubrebocas, paracetamol, gel antibacterial para 14 días y un instructivo para cuidar a la persona con la sintomatología, así como a su familia; el kit médico fue elaborado en coordinación con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Posteriormente, el procedimiento de entrega se realiza a través de una visita domiciliaria a las personas con sospecha o confirmación de Covid-19, las cuales son llevadas a cabo por brigadas de de Participación Ciudadana integradas por servidores públicos del Gobierno de la Ciudad de México. Este apoyo emergente se deriva de la Acción Institucional Atención Social Inmediata a Poblaciones Prioritarias (ASIPP) que contempla la atención en casos de desastres naturales o contingencias de cualquier índole.
En los meses entre abril y julio se entregaron 29,552 paquetes alimentarios, kits de salud y tarjetas de apoyo económico que favorecen el acceso efectivo del derecho a la salud de las personas residentes de la Ciudad de México. Este apoyo a personas enfermas o con sintomatología por Covid-19 seguirá operando hasta que se disminuya la etapa de contagios comunitarios en la Ciudad de México.
A partir de la desafortunada experiencia de los países europeos en donde el sistema de salud colapsó con la llegada temprana de la pandemia provocada por COVID-19, a partir de marzo inició la reconversión hospitalaria en la Ciudad de México. Ésta se condujo de acuerdo con los lineamientos de la Secretaría de Salud Federal y con base en las estimaciones del Modelo Epidemiológico por lo que se configuró una estrategia que incluyó a todas las dependencias del sector salud en la dimensión metropolitana.
Mediante un diagnóstico situacional y gracias al modelo epidemiológico, se identificó el estado de la infraestructura y las necesidades de personal, equipo y capacitación, así como la disponibilidad de camas para atención de pacientes sospechosos y confirmados de COVID-19. El establecimiento de las acciones para la reconversión fue gradual en concordancia con los tres escenarios para la propagación: Fase 1: Importación, Fase 2: Dispersión de la enfermedad y Fase 3: Epidémica.
Esta estrategia tuvo el objetivo de mejorar la respuesta a las necesidades de atención médica hospitalaria de la población sin seguridad social y es una muestra tangible de la resiliencia del Sistema de Salud de la capital, entendida como la capacidad para adaptarse positivamente a esta situación adversa.
Para la clasificación y referencia oportuna de los pacientes con sospecha diagnóstica de COVID-19 se crearon, en los 32 hospitales, “triajes respiratorios” en los servicios de Urgencias. Se instaló, además, un módulo provisional en la zona de Topilejo en la alcaldía Tlalpan, con el propósito de asegurar el acceso a la atención médica de esa región sur, atendiendo a que el Hospital General Topilejo se encuentra en construcción.
En la etapa 1 de la reconversión, y con base en la experiencia de atención durante la epidemia de influenza, se designaron para la atención de pacientes con infección respiratoria aguda grave (IRAG), los servicios de medicina interna de dos hospitales generales (Tláhuac y Dr. Enrique Cabrera); además del Hospital de Especialidades de la Ciudad de México Dr. Belisario Domínguez y el Hospital Pediátrico Villa, los cuales concentraban un total de 123 camas.
La reconversión hospitalaria total de estas cuatro unidades hospitalarias -suspendiendo los servicios de atención ambulatoria y quirófano para las cirugías electivas-, se realizó a partir de la notificación de ocupación de 70% en los establecimientos de tercer nivel de atención de la Secretaría de Salud Federal y 50% de ocupación de las camas de los hospitales de la red. Esta medida incrementó la cantidad de camas disponibles a 363 en la etapa 2 de reconversión.
Como parte del Plan DN-III-E de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), se incorporaron 2,077 camas adicionales para atender a pacientes con síntomas graves y 140 camas más que contempla el Plan Marina de la Secretaría de Marina (SEMAR). También se instalaron tres centros de aislamiento voluntario para más de 1,000 personas con síntomas leves que prefieran mantenerse aislados.
En la etapa 3, las unidades reconvertidas fueron el Hospital General Ajusco Medio, y se expandió la disponibilidad de camas en los hospitales generales Balbuena, Xoco y Villa. Asimismo, en los hospitales generales Milpa Alta y Ticomán, así como cinco hospitales pediátricos (Coyoacán, Iztapalapa, Peralvillo, San Juan de Aragón y Azcapotzalco); y en la Clínica Hospital Emiliano Zapata se dispuso de camas en servicios de áreas clínicas para ampliar la cobertura. Gracias a ello contamos con un total de 658 camas para la atención de pacientes sospechosos y confirmados de la COVID-19.
Es importante señalar que se optimizaron los recursos de diferentes servicios hospitalarios para lograr ampliar la cobertura para la atención de pacientes con padecimientos IRAG compatibles con COVID-19. Los servicios que contribuyeron con el mayor número de camas reconvertidas fueron: Urgencias, Medicina Interna, Cirugía General y Ginecología y Obstetricia.
Fue necesario, también, proporcionar el equipo médico imprescindible para el funcionamiento de las instalaciones sujetas a reconversión. En marzo de 2020 se adquirieron 110 ventiladores mecánicos para contar con un total de 439 equipos. Asimismo, se adquirieron 15 nuevos monitores para sumar un total de 650 monitores.
Ante la inminente expansión de la pandemia por COVID 19 en nuestro país y considerando la evidente carencia de suficientes médicos especialistas para la atención de pacientes en condiciones críticas para enfrentarla, la Secretaría de Salud Federal, presentó una propuesta de adecuación de recursos humanos para la atención integral de pacientes a nivel hospitalario que permitiera responder a las necesidades de atención emergente.
El modelo se denomina “Modelo en Cascada” y consiste en la reorganización interna de los recursos humanos, buscando optimizar al máximo las capacidades técnicas de los especialistas en medicina crítica y de médicos de otras especialidades o en su caso médicos generales como personal de apoyo mediante un proceso de capacitación para la evaluación y toma de decisiones.
De esta manera, el “Modelo de atención en cascada” ha consistido en designar a un médico especialista en Medicina Interna, Neumología, Terapia Intensiva o Medicina de Urgencias como jefe de un grupo compuesto por médicos especialistas en otras áreas (traumatólogos, ginecólogos, etc.) o bien médicos generales.
Este modelo, permite optimizar recursos, mantener una capacitación continua para el personal menos calificado y ampliar la capacidad de respuesta en las unidades médicas que no cuentan con suficientes especialistas en manejo de pacientes críticos, garantizando una atención de calidad y ampliando la capacidad de respuesta del sistema en su conjunto.
El diseño fue calculado de la siguiente manera:
Mediante recursos transferidos bajo un convenio de colaboración para apoyar la atención de la epidemia ocasionada por el virus SARS-CoV-2, con el Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI) del Gobierno de México, el 23 de abril de 2020, la Ciudad estableció con el Ministerio de Salud Pública de la República de Cuba, un convenio de cooperación técnica, científica y académica en materia de salud, para contribuir a fortalecer la estrategia mexicana ante la situación de emergencia sanitaria.
Bajo dicho convenio, el gobierno cubano se comprometió a la participación de 585 trabajadores de la salud de diversas disciplinas y especialidades, integrantes de la Brigada “Henry Reeves”, en apoyo a la estrategia de atención a la pandemia. A cambio de ello, al Ministerio de Salud Pública cubano, se le proporcionó un apoyo económico por un monto de $135,875,082.52 (ciento treinta y cinco millones ochocientos setenta y cinco mil ochenta y un pesos mexicanos 52/100 MN).
La Brigada Henry Reeves es conocida formalmente como CONTINGENTE INTERNACIONAL DE MÉDICOS ESPECIALIZADOS EN SITUACIONES DE DESASTRES Y GRAVES EPIDEMIAS, cuenta con una amplia experiencia internacional en la lucha contra emergencias epidemiológicas y desastres.
Entre el 23 y 24 de abril de 2020, 578 integrantes de la brigada arribaron a Ciudad de México para sumarse a una avanzada previa de 7 coordinadores que habían estado teniendo sesiones de trabajo con directivos de la Secretaría de Salud de la Ciudad. El grupo de coordinación, estuvo conformado por especialistas en higiene y salud pública, así como algunos epidemiólogos y una abogada. Los días previos al arribo del contingente, los coordinadores, estuvieron acudiendo a jurisdicciones sanitarias de la ciudad. Con ellos se convino que el contingente reforzara las acciones epidemiológicas y de atención hospitalaria.
Después de resolverse los asuntos de logística de hospedaje, alimentación y transporte, así como acreditación y credencialización, durante la semana del 27 de abril al 1° de mayo, los brigadistas estuvieron recibiendo capacitación por parte de los equipos médicos de los Hospitales de la Ciudad de México, sobre el uso de equipos de protección personal (EPP), ubicación en los servicios de los Hospitales Covid-19, triajes y carpas de hospitalización temporal, toma de muestras y aspectos relacionados con las características del sistema hospitalario de la ciudad.
A partir del 4 de mayo de 2020, iniciaron actividades formales en la red de hospitales. El contingente se distribuyó primero entre los 4 hospitales Covid reconvertidos (Belisario Domínguez, Enrique Cabrera, Tláhuac y Pediátrico Villa), ubicando a los especialistas hospitalarios de la brigada, en áreas de cuidados intensivos y hospitalización con ventiladores, y al resto en áreas de hospitalización temporal, filtros de triaje, epidemiología y tomas de muestras. En la medida que se fueron reconvirtiendo otros Hospitales, se fueron redistribuyendo los miembros de la brigada, para realizar labores de apoyo.
Las actividades de la brigada concluyeron exitosamente el 23 de julio, previa realización de una jornada médico-científica virtual, en la que se presentaron tanto los informes de actividades, como experiencias prácticas y algunos aportes al conocimiento de la epidemia, en nuestra ciudad. Se cuenta con un acervo documental de informes individuales cualitativos y cuantitativos de los brigadistas, así como toda la documentación soporte de los integrantes que participaron.
Desde el 28 de febrero en que se dio a conocer el primer caso de Covid-19 en el país, se estableció un modelo de comunicación directa con la ciudadanía para que pudiera estar informada sobre la situación de la pandemia, los factores de riesgo sobre la enfermedad, las medidas tomadas por el Gobierno de la Ciudad y las vías y mecanismos para la población.
El primer mensaje fue emitido el jueves 28 de febrero, donde la Jefa de Gobierno la Dra. Claudia Sheinbaum, junto con la secretaria de Salud, la Dra. Oliva López Arellano, dieron aviso sobre los primeros casos confirmados, las acciones preventivas que el Gobierno de la Ciudad estaba implementando y para dar a conocer las medidas de prevención y cuidado: el lavado frecuente de manos o el uso de gel desinfectante a base de alcohol, estornudo en el ángulo interno del brazo, la sana distancia entre otras. De entonces a la fecha ella ha presentado 55 videos a los que se puede acceder a través de la redes sociales y actualmente se encuentran en el sitio covid19.cdmx.gob.mx/videos
El Gobierno de la Ciudad de México optó de igual manera en informar diariamente sobre la evolución de la pandemia en la Ciudad por medio de las conferencias de prensa de la Jefatura de Gobierno, en muchas de las cuales se han presentado las acciones que ha ido desarrollando el gobierno de la ciudad para contener la pandemia.
Casi todos los días se presentan los resultados del Modelo Epidemiológico de la ciudad y de la ZMVM en un esfuerzo por mantener informada a la ciudadanía. Se trata también de un esfuerzo que busca, ante todo, la transparencia.
En el sitio de Covid-19, es posible encontrar boletines, presentaciones, e incluso las conferencias de prensa que ha dado la Jefa de Gobierno. En el apartado de boletines y presentaciones se pueden encontrar hasta 349 publicaciones. En la página también se incluyen los informes diarios sobre Covid-19 así como los programas que se han realizado para enfrentar la pandemia. Toda esta información esta disponible para su consulta en covid19.cdmx.gob.mx.