Para el Gobierno de la Ciudad es fundamental reestablecer, lo antes posible, el servicio de la Línea 12 en condiciones de seguridad. Son cientos de miles de personas las que hoy se ven afectadas por el cierre del servicio y requieren una respuesta inmediata. No obstante, no es posible reiniciar el funcionamiento de tan importante medio de transporte mientras no pueda darse la garantía de que se realizará en condiciones de completa seguridad para los usuarios.
Es en este contexto que agradecemos el apoyo de las sociedades técnicas y académicas de ingeniería del país, bajo la coordinación del Colegio de Ingenieros Civiles de México (CICM) que, al día siguiente del suceso, ofrecieron colaborar en los estudios técnicos que fuesen pertinentes. La propuesta fue aceptada de inmediato, tomando en cuenta el profesionalismo y el nivel técnico de estas instituciones, para hacer la inspección de la Línea 12 en los tramos no colapsados. El objetivo planteado fue detectar la existencia de anomalías que indicaran algún problema de estabilidad estructural -de origen constructivo o de mantenimiento- tanto del viaducto elevado como del túnel.
Presentamos los resultados de la evaluación técnica de los expertos que muestran que los tramos no colapsados no presentan riesgo estructural, pero que presentan una serie de recomendaciones que es preciso atender. Para dar atención a estas observaciones, hemos constituido el Comité de Reforzamiento con el fin de restablecer, lo antes posible, el servicio para la población.
Las inspecciones oculares estructurales en el tramo elevado de la Línea 12 (11.1 km de longitud), se iniciaron con las crujías adyacentes a la zona del colapso. Esta actividad en campo se desarrolló en las tres semanas subsecuentes al día del colapso. El equipo se conformó con 37 grupos de inspección visual (nivel 1), integrada por 101 brigadistas voluntarios provenientes tanto del campo práctico de la ingeniería como del académico. Se inspeccionó el tramo elevado de Culhuacán a Tlaltenco -sin intervenir el tramo entre las estaciones Tezonco y Olivos (zona cero).
Posteriormente, se desarrolló el trabajo en gabinete por parte del grupo de especialistas coordinados por el CICM, definiendo las conclusiones y recomendaciones. El informe de resultados indica que, de las vulnerabilidades detectadas, 68% corresponden a situaciones comunes (de grado C). Para su corrección sólo se requieren medidas de actuación rutinaria. Las vulnerabilidades de grado B constituyeron 32% de las observaciones. Para la correcta valoración de estas afectaciones es necesario realizar estudios más profundos, siguiendo metodologías especializadas, para determinar tanto la gravedad de la falla como su origen. En este primer reporte se ofrecen las siguientes recomendaciones de atención prioritaria:
El Instituto para la Seguridad de las Construcciones (ISC), en conjunto con la Secretaría de Obras y Servicios (Sobse), coordinó las reuniones técnicas para el análisis del tramo subterráneo de la Línea 12. Estas reuniones contaron con la participación del Instituto Mexicano del Transporte (IMT) de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), peritos especialistas en túneles del CICM, funcionarios y personal técnico del Metro.
Se llevaron a cabo recorridos físicos en el tramo subterráneo (11.65 km de longitud) con expertos de las organizaciones mencionadas con el fin de mapear y registrar las anomalías detectadas. Encontramos que en algunos tramos del túnel se presentaron filtraciones, goteos y, en ocasiones, escurrimientos de agua, sobre todo, en la transición entre túnel y estaciones. No obstante, se concluye que el tramo de túnel de la Línea 12 no presenta daños estructurales ni deformaciones que pongan en riesgo su estabilidad. Los principales problemas que presenta son debido a filtraciones en tramos bien identificados. Para el adecuado tratamiento de las anomalías encontradas, se hizo entrega de las recomendaciones técnicas pertinentes.
Por otro lado, se encontró que la estructura de la vía presenta diversos problemas que han afectado el adecuado funcionamiento de los trenes, generando problemas en la operación y gastos excesivos de mantenimiento. Por lo anterior, se recomienda definir los tramos en los que debe cambiarse la infraestructura de la vía para realizar la obra a la brevedad posible.