El Gobierno de la Ciudad optó por una vía democrática, apelando a la libertad y responsabilidad de las personas. El gobierno ha sostenido una clara convicción de que si la ciudadanía contaba de manera accesible y directa con información adecuada para cuidarse y prevenir contagios, no había necesidad de tomar otras medidas. De esta forma y a diferencia de otros estados del país o ciudades del mundo, aquí resultaron ser completamente innecesarias medidas que se alejan de un gobierno democrático que respeta los derechos humanos. En la Ciudad de México no hubo prohibiciones, ni castigos, multas ni toques de queda. Tampoco restricciones de movilidad o al libre tránsito de las personas.
Para ello fue necesario implementar y difundir una serie de mensajes y campañas de manera constante que reflejaran a su vez la evolución de la pandemia en la Ciudad de México. Todo ello con el fin de hacer del conocimiento de la población: los nuevos descubrimientos sobre vías de transmisión del virus, dónde y cómo pedir ayuda en caso de estar contagiados, medidas de prevención y cuidado general, alertamiento en zonas de alto contagio, entre otros, para que todo el tiempo pudieran actuar de manera informada.
El 31 de marzo se publicó en el número 314 de la Gaceta Oficial la Declaratoria de emergencia por causa de fuerza mayor del Consejo de salud de la Ciudad de México. En coordinación y alineada a la declaratoria de emergencia sanitaria nacional.
En la publicación para la Ciudad de México se establece que la Declaratoria de emergencia tiene como objetivo controlar, mitigar y evitar el contagio y propagación del COVID-19. Para ello, se fortalece según enuncia la declaratoria al Comité Científico de Vigilancia Epidemiológica y Sanitaria de la Ciudad con la participación de la Secretaría de Administración y Finanzas; los órganos desconcentrados Agencia Digital de Innovación Pública y Sistema de Aguas de la Ciudad de México.
También se instruye tanto a la Secretaría de Salud y a la Secretaría de Administración y Finanzas , así como a la Agencia Digital de Innovación Pública y al Sistema de Aguas de la Ciudad de México para realizar todo lo necesario, dentro de sus atribuciones, para la atención de la emergencia.
La manera en que el Gobierno de la Ciudad oficializó las medidas y acciones que fue tomando durante la emergencia sanitaria en la Ciudad de México fue publicándolas en la Gaceta Oficial. Entre los considerandos más importante de la Declaratoria se establece que la persona titular de la Jefatura de Gobierno tiene las facultades para realizar las actividades de vigilancia epidemiológica, prevención, control, investigación y de atención de las enfermedades establecidas en la Ley General de Salud y en las determinaciones de las autoridades sanitarias federales.
Otro de los considerandos de importancia es el que señala que el Consejo de Salubridad General en su primera sesión extraordinaria del 19 de marzo determinó constituirse en sesión permanente en su carácter de autoridad sanitaria y reconoció la epidemia por el virus SARS-CoV-2 (COVID-19) como enfermedad grave de atención prioritaria.
Por su parte en los considerandos se establece que el Consejo de Salud de la Ciudad de México es un órgano de consulta y apoyo del Gobierno, así como de servicio a la sociedad, en materia de salud, el cual se encuentra integrado por las personas titulares de la Jefatura de Gobierno; y de las Secretarías de Salud; Gobierno; Administración y Finanzas; del Medio Ambiente; Inclusión y Bienestar Social; Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación; la Subsecretaría de Coordinación Metropolitana y Enlace Gubernamental, y de la Comisión de Salud del Congreso de la Ciudad de México. Como invitados permanentes: un representante de la Academia Nacional de Medicina, Secretaría de Salud Federal, Instituto Mexicano del Seguro Social, Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, Instituto para la Atención y Prevención de las Adicciones en la Ciudad de México, Universidad Nacional Autónoma de México e Instituto Politécnico Nacional, así como un representante de los Servicios Médicos Privados y un representante de la Industria Químico Farmacéutica.
Como principal insumo para la toma de decisiones y comparación con las predicciones del Modelo Epidemiológico para el seguimiento de la pandemia se implementó un registro diario para el monitoreo de la capacidad hospitalaria. Para ello una red de servidores públicos de la Ciudad de México llevaba a cabo un seguimiento telefónico diario para recibir información sobre los ingresos hospitalarios, las altas y defunciones de pacientes con sospecha o confirmación de Covid-19. Esta misma red recopilaba información sobre el proceso de reconversión hospitalaria y con base en la información se estimaba el porcentaje de disponibilidad de camas generales y de unidades de cuidados intensivos (UCI) de todas las instituciones y hospitales tanto públicos y privados que atendían casos de Covid-19 en la Zona Metropolitana del Valle de México.
Como parte de otros indicadores con los que se monitoreaba el avance y evolución de la pandemia, se mantenía un seguimiento diario a llamadas de 911 por casos relacionados con Covid-19, reportes de defunciones en casa con sospecha de Covid-19 y tiempos de traslados de ambulancias entre las distintas instituciones.
Desde el 27 de abril, se habilitó una nueva sección en el Portal de Datos Abiertos, la cual tiene como objetivo transparentar todos los casos asociados a la Covid-19, tanto sospechosos como confirmados. Con esta acción, el gobierno pone a disposición de la ciudadanía bases de datos abiertos sobre salud pública, acciones de gobierno y gasto público destinados a atender esta pandemia.
Las bases de datos liberadas son:
La información se actualiza diariamente y está disponible en datos.cdmx.gob.mx/pages/covid19
La coordinación al interior del Gobierno de la Ciudad, así como con el Estado de México y el Gobierno Federal, fueron elementos fundamentales para generar una respuesta eficiente a las primeras necesidades de la ciudadanía de cara a la emergencia sanitaria. Como se ha mencionado, desde la segunda quincena de marzo el Comité Local se reúne todos los días a las 9 de la mañana. Estas reuniones sirven como un espacio de deliberación a partir de los datos con que se cuenta, toma coordinada de decisiones, así como de la consolidación de evidencias sobre los avances en las medidas que van tomando.
El proceso de reconversión hospitalaria implicó un considerable esfuerzo de coordinación y seguimiento y requirió la coordinación de los diferentes niveles de gobierno. A nivel local, se mantuvo una comunicación cercana con los directores de los hospitales con el objetivo de conocer de primera mano sus necesidades, además de ser los responsables de informar a todo el personal sobre el cambio que se vendría y que no incluía la experiencia de sus especialidades. Fue necesario que todo el personal médico se adaptara rápidamente a la nueva situación, desde la percepción del nuevo virus hasta la forma de caminar y vestirse dentro de los hospitales.
Desde la declaratoria de emergencia y a lo largo de los meses, el seguimiento con el Gobierno del Estado de México constituyó un elemento clave para lograr el control de la pandemia en la Ciudad. Se trabajó en brindar atención médica a las y los habitantes de la ZMVM, así como en coordinar la reactivación económica y lograr un avance ordenado.
Por otra parte, se trabajó en garantizar la coordinación y la comunicación con el Gobierno Federal. Para ello, se llevaron a cabo reuniones diarias a las 10 de la mañana, a fin de dar seguimiento a la situación nacional y en la Ciudad. Además, dicha coordinación en el momento de la emergencia sanitaria fue primordial para el seguimiento y el cumplimiento de los planes de reconversión hospitalaria de las diversas instituciones del sector salud. Lo que implicaba garantizar la disponibilidad de insumos necesaria para brindar atención en los hospitales reconvertidos. Para lo cual se trabajó con distintas instituciones del Gobierno de México, entre ellas la Secretaría de Relaciones Exteriores la cual llevó a cabo una labor invaluable para procurar la existencia de ventiladores y otros insumos médicos necesarios para brindar la mejor atención médica posible a las personas internadas en los hospitales COVID-19.
Se habilitaron canales directos de comunicación personalizada con personal de salud y de los hospitales de la Ciudad de México. Esto con el fin de que el Comité Local tuviera un conocimiento directo de las necesidades sobre insumos, medicamentos o personal, así como mantener un pulso directo del avance y la atención de la pandemia. Como resultado de dichos canales de comunicación se llevaron a cabo una serie de acciones que resultaron en el fortalecimiento del sistema de salud.
A siete meses del registro de los primeros casos de Covid-19, representa todavía un desafío para la ciencia médica en cuanto al conocimiento de su fisiopatología y, en particular, para la búsqueda de un tratamiento efectivo que modifique el curso de la enfermedad mientras se está a la espera del desarrollo de una vacuna.
Tratándose de una enfermedad nueva es imperativo acopiar la mayor cantidad posible de información clínica, epidemiológica y de seguridad que le permita al personal de salud responder con oportunidad y efectividad a la demanda de atención. En este rubro, la capacitación de los prestadores de servicios es vital y, por esta razón, los servicios de salud de la Ciudad de México establecieron un objetivo básico de capacitar al mayor número posible de enfermeras, médicos, residentes, laboratoristas, estudiantes de pregrado, personal paramédico y personal de apoyo administrativo.
Como parte de estas acciones, entre enero y junio del presente año, se desarrollaron e impartieron 1,717 sesiones de capacitación, contando con 30,529 participantes del primer y segundo niveles de atención de la Sedesa. Los temas abordados, considerados de mayor relevancia, han sido los lineamientos generales; los protocolos para la atención de pacientes con sospecha de contagio; las medidas de bioseguridad; el uso adecuado del equipo de protección personal; el manejo clínico de los pacientes y manejo de cadáveres, entre otros.
En abril se puso en marcha el Programa Estratégico de Educación a Distancia, mediante la Plataforma de Educación a Distancia de la Sedesa, para la capacitación a trabajadores de la salud, así como médicos en proceso de formación en tres temas principales:
Como parte del apoyo a los programas de educación a distancia de la Secretaría de Salud Federal, se realizó la difusión a los directores de hospitales, jefes de enseñanza y jefes jurisdiccionales de los cursos ofertados en la plataforma “Educads”, sobre temas de atención de la pandemia tales como el programa de capacitación en infección por SARS-CoV-2 en Atención Primaria de Salud y Salud Mental durante la Pandemia Covid-19.
Asimismo, se difundieron diversos talleres de capacitación a distancia para el desarrollo de competencias clínicas de los médicos residentes y médicos adscritos que fueron puestos a disposición de la Sedesa por diferentes instituciones educativas de salud y organizaciones no gubernamentales. Los temas principales que se trataron en estos cursos y talleres fueron los siguientes:
Ante la presencia del nuevo padecimiento, que ha representado un riesgo y un reto sanitario mundial sin precedentes, la vigilancia epidemiológica de la enfermedad en los hospitales de la SEDESA constituyó en un elemento clave para el seguimiento de las medidas de prevención y control de los casos, así como la notificación de defunciones, tanto de pacientes como de trabajadores de la salud.
Las medidas de prevención y control -acordes a los mecanismos de transmisión- juegan un papel preponderante, por ello desde marzo que comenzaron las fases de la epidemia -Importación, Dispersión y Epidémica-, se llevó a cabo la difusión de boletines epidemiológicos relacionados con el virus SARS-CoV-2 y la enfermedad Covid-19. Se realizaron un total de 299 capacitaciones en el interior de las unidades hospitalarias con un promedio de 13,775 asistentes. Los temas abordados fueron:
Se realizaron actividades de control sanitario para el ingreso a unidades (uso de cubrebocas, higiene o desinfección de manos con alcohol gel, cuantificación de la temperatura, etc.), dotar de equipos de protección personal adecuados, capacitación e implementación de diversas estrategias en relación con la higiene de manos, el manejo y disposición de ropa y potenciales fómites. Todo ello con apego al manejo adecuado de residuos biológicos probablemente infecciosos (RPBI).Los trabajadores de la salud son el eje de la organización que presta los servicios médicos. Su actividad laboral representa una aportación invaluable a la salud y bienestar de las comunidades y a la población de esta capital. Por lo anterior, la Sedesa estableció diversas medidas para garantizar el acceso a los recursos necesarios para que el personal de salud estuviese en posibilidad de prestar servicios médicos oportunos y de calidad. En este contexto, a través de las actividades de supervisión, a distancia y locales, se establecieron canales de comunicación efectiva para asegurar la disponibilidad de EPP y disminuir el riesgo de contagio.
El lunes 23 de marzo de 2020, se presentó la campaña #QuédateEnCasa la cual tenía como objetivo principal disminuir el contacto entre personas para desacelerar el contagio al inicio de la curva. De igual forma hacía énfasis en las medidas de prevención, higiene y sana distancia, e invitaba a las personas a usar el sistema de tamizaje automatizado SMS/Locatel. La campaña fue colocada en el transporte público, Metro, Metrobús, mobiliario urbano, así como en radio, prensa y televisión y redes sociales.
Durante los meses de marzo y abril se difundió la campaña Medidas de Prevención para evitar la propagación del nuevo coronavirus. Junto con las medidas de aislamiento físico en marzo comenzó la campaña Quédate en Casa, la cual se extendió con un nuevo diseño que cubrió espacios en el transporte, redes sociales y vía pública hasta el mes de junio. En abril y en el marco de la coordinación con el Gobierno de México durante la Jornada Nacional de Sana Distancia, se puso en marcha la campaña Susana Distancia. Al identificar zonas de mayor concentración de casos positivos de Covid-19, durante los meses de abril, mayo y junio se reforzaron los mensajes de cuidado por medio de carteles amarillos en estas zonas de alto contagio.
La reactivación de actividades de acuerdo con el Plan Gradual hacia la Nueva Normalidad fue reforzada con mensajes de cuidado y prevención en el uso del cubrebocas, la sana distancia, el lavado de manos y sobre las medidas sanitarias para cada una de las actividades que se reincorporaron de acuerdo al color del semáforo epidemiológico.
Para finales de marzo ya se habían realizado una gran cantidad de acciones, entre las que sobresalen las encaminadas a reforzar el sistema de salud. En los hechos, la Secretaría de Salud del Gobierno de México, la Comisión Coordinadora de Institutos Nacionales de Salud y Hospitales de Alta Especialidad (CCINSHAE), el IMSS, el ISSSTE, los hospitales de la Secretaría de la Defensa Nacional, la Secretaría de Marina y PEMEX, así como las Secretarías de Salud de la Ciudad de México y el Estado de México operaron como un sólo sistema de salud. Sin esta coordinación difícilmente se hubieran podido superar los retos planteados por el virus del Covid-19.
Como muestra puede citarse la coordinación entre el IMSS, ISSSTE, SEDENA, SEMAR, PEMEX y el Gobierno de la Ciudad de México para garantizar la atención de pacientes sin derechohabiencia. El 1 de mayo, se acordó firmar un Convenio Marco para el Intercambio y Atención de Pacientes con COVID-19. Ello hizo posible que cualquier paciente que presentara síntomas graves fuera atendido de manera oportuna, en caso de saturación en los hospitales públicos de la Ciudad.
Se contemplaron tres escenarios para el traslado de pacientes con síntomas graves a hospitales de las instituciones de Seguridad Social: desde un domicilio, por un módulo de evaluación respiratoria y desde la vía pública. La adhesión a este Convenio representó la garantía de atención médica a pacientes COVID-19 en todas las unidades hospitalarias de la Ciudad, independientemente de su derechohabiencia. El Convenio está vigente desde el 24 de abril y hasta que se declare el fin de la emergencia sanitaria.
App para ubicar hospitales con disponibilidad de camas
Se desarrolló una herramienta para que la ciudadanía pueda consultar la disponibilidad de camas en los hospitales designados para atender casos de la Covid-19 en la ZMVM. Este semáforo de disponibilidad es crítico para aprovechar al máximo la capacidad de los hospitales de la ssa, imss, issste, Sedesa y la Secretaría de Salud del Estado de México y está disponible desde el 18 de abril.
El objetivo fue reducir el tiempo de traslado de pacientes que requirieran atención médica inmediata. La herramienta posibilita que los pacientes se dirijan directamente a un hospital donde puedan recibir la atención adecuada, haciendo más eficiente el tratamiento en beneficio de las personas afectadas por la enfermedad y del personal de salud que los recibe. La información se actualiza de manera diaria y se hace pública mediante el sitio hospitales.covid19.cdmx.gob.mx y mediante el módulo “Hospitales Covid-19” de la App CDMX.
Este programa comenzó a operar en abril de 2020 ante la necesidad apremiante de brindar la mejor atención médica posible a la ciudadanía. Se mantendrá en vigor hasta que la situación en la ciudad se regularice y el nivel de ocupación hospitalaria vuelva a sus niveles habituales.
A partir de la declaratoria de Fase 3 el 21 de abril de 2020, se modificaron los criterios para determinar la urgencia de acudir a un hospital para recibir atención médica. En esta etapa se ampliaron los escenarios de recomendación para acudir a un hospital, dando indicaciones para que los pacientes de alto riesgo -por presencia de comorbilidades, embarazo o edad avanzada- se trasladaran de inmediato a un servicio hospitalario. El flujo de preguntas automatizado se adaptó para que las comorbilidades tuvieran una mayor relevancia en el resultado final del tamizaje, conforme a la actualización de los criterios.
La atención oportuna de los casos reportados como sospechosos de contagio por el virus SARS-CoV-2 es fundamental, ya sea para apoyar el resguardo domiciliario o para, en caso de necesitarlo, tener acceso pronto y expedito a un hospital con los recursos para el cuidado adecuado. En el caso de obstrucción en vías respiratorias el tiempo es vital. La atención eficaz y eficiente se vuelve una necesidad apremiante.
Para reducir los tiempos de respuesta, optimizando los recursos existentes, el C5 enfocó el programa Covid-19 e instaló el puesto de mando. Con él se mejoró la coordinación interinstitucional generando una sinergia con las diferentes dependencias o instancias encargadas de la atención prehospitalaria en la Ciudad de México.
La coordinación para el correcto tamizaje y medición estadística integra a la Secretaría de Salud Federal, la Secretaría de Salud de la Ciudad de México (SEDESA), el Centro Regulador de Urgencias Médicas (CRUM), el Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM), el IMSS, el ISSSTE y la Cruz Roja. De igual manera, se mantiene coordinación con los procesos de seguimiento y mejora de los servicios, pues a las corporaciones implicadas se les mantiene en constante evaluación para lograr un mejor desempeño y atención a la ciudadanía.
El objetivo durante la pandemia ha sido establecer las coordinaciones adecuadas para la regulación y la referencia de pacientes de la Covid-19 con los servicios de atención prehospitalaria e instituciones y hospitales del sector salud para mejorar el tratamiento, recepción y pronóstico de los pacientes que necesiten atención por la pandemia, así como apoyar los traslados interhospitalarios de pacientes graves con ambulancias de terapia intensiva.
El trabajo desarrollado durante la pandemia se realizó en los siguientes ámbitos:
Se han otorgado 924 servicios primarios; se realizaron 1,184 traslados interhospitalarios con hospitales federales, locales, IMSS, ISSSTE, SEDENA y privados y 33 por servicios de reconversión, para un total 2,141 servicios.
Todas las actividades desarrolladas por el CRUM contribuyeron en la distribución homogénea de los pacientes entre los hospitales federales, locales y del IMSS, evitando la saturación hospitalaria y la mejor atención y pronóstico en general de los pacientes con la Covid-19. Así mismo, se aseguró el mejor traslado interhospitalario de los pacientes graves con ambulancias de terapia intensiva con personal profesional y técnico adecuado.
Es importante hacer mención que se siguieron atendiendo las urgencias médicas de pacientes No Covid-19 operando las actividades de regulación y referencia de acuerdo con cada situación presentada.
Las familias que se enfrentan a la pérdida de un ser querido, en las condiciones actuales, experimentan un doble dolor. Por una parte, el ocasionado por la pérdida misma y, por otra, el que se deriva de las restricciones que ha impuesto la pandemia, generando fuertes restricciones para procesar el duelo de acuerdo con los patrones culturales de nuestra sociedad. Atendiendo a ello, el Gobierno de la Ciudad de México definió como uno de sus objetivos apoyar a las familias de las personas fallecidas por sospecha o confirmación de la Covid-19.
Como acciones directas con las familias se estableció el servicio gratuito para la expedición del certificado de defunción, traslado y cremación de las personas fallecidas. Asimismo, se brindan los servicios de higienización de los espacios que fueron ocupados por las personas contagiadas y el posterior seguimiento epidemiológico de quienes estuvieron en contacto con ellas.
Para optimizar el debido control, tratamiento y manejo de las personas fallecidas derivados de la pandemia, el 17 de abril se publicó en la Gaceta Oficial de la Ciudad de México el Protocolo de Actuación Interinstitucional para el Manejo de Personas Fallecidas por Sospecha o Confirmación de Covid-19 en la Ciudad de México. En él se establece la coordinación entre las áreas de gobierno involucradas y crea el Centro de Mando para el Manejo de Personas Fallecidas por Sospecha o Confirmación de Covid-19.
Mediante este instrumento normativo se establecieron las acciones y medidas técnicas de coordinación entre la Administración Pública, el Poder Judicial y la Fiscalía General de Justicia locales. Se implementa, también, la coordinación con las personas físicas, empresas y demás instituciones sociales que, por su ámbito de competencia y prestación de servicios, se vieron involucradas en el manejo de los cuerpos de las personas fallecidas con sospecha o confirmación por la Covid-19.
El Protocolo sentó la base para acciones solidarias como son la asistencia médica en domicilio para la emisión de certificados de defunción; la habilitación de registros civiles móviles, con funcionamiento las 24 horas, para la expedición del comprobante de acta de defunción y la boleta de cremación o inhumación respectiva; la desinfección del domicilio o vía pública en donde haya fallecido la persona; y el otorgamiento de servicios funerarios que incluyen el traslado del cuerpo de la persona desde su lugar de fallecimiento hasta la funeraria para su destino inhumación o cremación.
Todas estas medidas fueron tomadas para apoyar a los deudos de las personas fallecidas, así como facilitar las gestiones en el esquema de seguridad sanitaria requerido para evitar la propagación de la enfermedad.
El Centro de Mando se conformó con el personal de las siguientes dependencias:
Se mantiene en operación las 24 horas del día los siete días de la semana. Fue ubicado en el segundo piso (sala de tránsito) del Centro de Comando, Control, Cómputo, Comunicaciones y Contacto Ciudadano de la Ciudad de México (C5).
En el período del informe se han atendido 6,395 casos de fallecimientos; se expidieron de forma gratuita 1,300 certificados de defunción por médicos del Gobierno de la Ciudad de México; 1,750 servicios gratuitos de traslado y cremación para las personas fallecidas; 440 acciones de desinfección en casas habitación, unidades móviles, asilos, albergues, hospitales y dependencias del gobierno, mediante brigadas que realizan aspersiones de gota fina de solución sanitizante.
Asimismo, con el objetivo de prevenir riesgos y daños a la salud asociados al manejo de cadáveres, se realizaron 3,670 trámites de inhumación o cremación de restos humanos, 2,406 de restos áridos, 8,105 de internación, 3,196 de embalsamamiento de cadáveres y la distribución de 25,247 formatos de certificado de defunción.
Debido al alto grado de contagio del virus SARS-CoV-2, no se permite la visita de familiares de las personas internadas en los hospitales, impidiendo el contacto de los pacientes con sus seres queridos y ocasionando que los familiares reciban información esporádica sobre el estado de salud de las personas tratadas por la Covid-19. Con un donativo de equipos móviles fue posible establecer un canal de comunicación entre los pacientes internados y sus familiares.
El donativo consistió en 200 teléfonos celulares, 200 tarjetas SIM y 60 módems para la red inalámbrica de conexión a internet. Los dispositivos fueron habilitados para garantizar su correcto funcionamiento en las videollamadas. De esta manera se hizo posible establecer la comunicación entre los pacientes y sus familiares sin poner en riesgo la salud de sus visitantes.
Este servicio comenzó a otorgarse el 13 de mayo en los Módulos de Atención Familiar (MAF) ubicados al exterior de los 11 hospitales Covid-19 de la Sedesa. Desde entonces, se han llevado a cabo 3,135 llamadas por este medio. La habilitación de este servicio continuará hasta que concluya la emergencia sanitaria.
El objetivo principal en la instalación de los MAF es brindar información a los familiares de pacientes internados por Covid-19 sobre la evolución del paciente. Se apoya con la realización de videollamadas entre familiares y pacientes internados por Covid-19, y en caso del deceso del familiar, se da información sobre los apoyos que brinda el Gobierno de la Ciudad de México cubriendo todos los gastos funerarios y cómo pueden acceder a ellos.
Previo al comienzo de la emergencia sanitaria, se contaba con un equipo de 16 médicos repartidos en cuatro turnos en Locatel. Para fortalecer la atención médica especializada que era posible otorgar, se contrataron 50 médicos para repartirlos en 3 turnos de lunes a viernes, y para fines de semana los Centros de Salud proporcionaron médicos para cubrir el horario.
Cada uno de los médicos recibió capacitación por parte del personal de Locatel y el equipo epidemiológico de la Secretaría de Salud. Se otorgó atención no únicamente de manera telefónica, sino también se hicieron evaluaciones mediante videollamada para que la sintomatología de los pacientes pudiera ser evaluada con mayor precisión por el personal médico.
La fuerza laboral de salud es el recurso más valioso que poseen los sistemas de salud en el mundo, es la piedra angular de la respuesta social a las necesidades de la población; permite desplegar una arquitectura organizacional que traduce, en los hechos, las políticas, programas y servicios tanto en el ámbito de la salud pública como en el de la atención a las personas.
De forma generalizada, en nuestro país y en la ciudad, los sistemas de salud experimentan carencias de recursos humanos en prácticamente todas las categorías profesionales asociadas, directa o indirectamente, con la prestación de servicios, en particular la falta de personal de enfermería y de medicina resultan críticas en muchos países, como ocurre en nuestro caso.
Frente a la pandemia, el déficit histórico de personal de salud se agravó considerablemente. Se redujo aún más el personal con el que contaba la ciudad, entre otras razones, por los criterios establecidos para proteger a los trabajadores sanitarios del riesgo de contagio por SARS-CoV-2 -por motivos de salud, edad, embarazo, lactancia, o por el interés personal de varios trabajadores de renunciar a su puesto o promover recursos de amparo, presentar quejas ante Derechos Humanos para evadir el compromiso contraído.
El Gobierno de la Ciudad, conocedor de esta realidad, procuró y llevó a buen término la contratación extraordinaria de médicos generales y especialistas, así como de enfermeras generales y auxiliares, a partir del 26 de marzo. Las fuentes de financiamiento para la contratación de personal provinieron tanto de los recursos públicos locales como los aportados por el Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI). En total se contrataron 1,100 trabajadores: 228 médicos generales, 82 especialistas, 178 enfermeras generales, 277 auxiliares de enfermería y 335 trabajadores para servicios de apoyo. El Gobierno de la Ciudad contrató a 82% del personal.
En lo que se refiere a la adquisición de los insumos médicos necesarios para la atención de las y los pacientes, se implementó una estrategia de control de gasto, vigilancia de precios y de consolidación de compras con el objetivo de obtener los insumos necesarios a precios razonables. La consolidación de la compra de los bienes de mayor uso como cubrebocas, gel antibacterial, productos de limpieza, entre otros, permitió obtener precios por debajo del promedio de precios identificados en el mercado. Gracias a estos esfuerzos, se adquirieron alrededor de 150 conceptos de bienes y servicios que tienen que ver con equipo de protección personal, equipamiento de hospitales e insumos médicos, así como limpieza y sanitización.
Para reforzar la estrategia de control del gasto y hacer un uso eficiente y transparente del presupuesto, se creó un destino de gasto específico que permite identificar, rastrear y rendir cuentas sobre qué insumos ha comprado ya Ciudad y en qué se han utilizado.
En un esfuerzo de transparencia proactiva, todas las compras relacionadas con la atención de la pandemia en la ciudad se publican en un mismo portal, con la finalidad de hacer los procesos lo más transparentes posible y asegurar que la población cuente con la información necesaria sobre los precios, cantidades y proveedores con los que se realizaron dichas adquisiciones.
La actualización a junio de 2020 publica 488 registros de contrataciones por COVID-19 y/o adhesiones a compras consolidadas de 66 Unidades Responsables de Gasto, con las que se han obtenido 19,147,132 bienes o servicios, por un monto máximo de $1,748,853,310.60 pesos. De estos contratos, 14 son de compras consolidadas y comprenden el abasto de 3,537,267 bienes y un monto comprometido de $65,034,562.03 pesos.
Un elemento prioritario de la vigilancia epidemiológica son las pruebas de laboratorio -en este caso PCR- que requieren un adecuado manejo desde la toma hasta su traslado al laboratorio para el procesamiento. La estrategia de toma de pruebas dio inicio, a finales del mes de marzo con siete Centros de Salud, posterior en el mes de abril se colocó un módulo de toma de muestras en cada Alcaldía, sumando dieciséis, en el mes de junio se aperturaron un total 117 módulos en diversos Centros de Salud de las dieciséis Alcaldías.
De esta manera, se inició la toma de muestras en los Centros de Salud cercanos a Hospitales Covid-19, posteriormente se agregan nueve centros de salud más, abarcando las dieciséis Alcaldías. Con la vinculación del tamizaje automatizado SMS/Locatel, se comenzaron a agendar las visitas a domicilio en caso de personas que no podían trasladarse a la Unidad de Salud, así mismo se atendió a personas privadas de la libertad en reclusorios y grupos especiales como el caso de los custodios o trabajadores de oficinas gubernamentales.
Hasta el 26 de agosto de 2020, se han tomado un total de 191,576 muestras, de las cuales 68,780 han sido positivas, lo que equivale al 36%.
Se ha tomado muestras a un total de 101,535 personas con síntomas, resultando positivas 61,214 personas, lo que equivale al 60%, así mismo, se muestro a 90,041 personas asintomáticas, de las cuales 7,566 personas han sido positivas, lo que equivale al 8%.
Del total de muestras tomadas en el sector salud que incluye: IMSS, ISSSTE y SEDESA, se han tomado 271,849 muestras, teniendo un total de muestras positivas de 103, 187, lo que equivale al 38%.
El personal de salud constituye la primera línea de defensa que tiene la población frente a la Covid-19, tanto en los ámbitos ambulatorios como hospitalarios donde se despliegan los procesos de detección, búsqueda de contactos, diagnóstico, tratamiento y recuperación de los enfermos, en particular de aquellos con síntomas y signos graves de la enfermedad. Los trabajadores de salud son, también, los más expuestos a contraer la enfermedad, sobre todo, en la primera fase de la pandemia cuando el conocimiento sobre una enfermedad nueva es todavía muy escaso. Por otra parte, el riesgo laboral se incrementa cuando no se dispone oportunamente del equipo de protección personal o los trabajadores no se adhieren rigurosamente a las medidas de seguridad establecidas.
Un elemento adicional a la mayor exposición y riesgo de contagio del personal de salud es la precariedad laboral de muchos médicos, enfermeras y personal afín, que los conduce a trabajar turnos adicionales en otras unidades médicas, lo cual eleva el riesgo de exposición a la enfermedad.
Los sistemas de salud tienen la obligación de proteger a sus trabajadores porque son ellos los que protegen a la población. En una situación de escasez de personal de salud, que padece la mayoría de los sistemas de salud en el mundo, la ausencia temporal o definitiva de trabajadores sanitarios por enfermedad o muerte, además de ser una tragedia personal, familiar y social, compromete severamente la capacidad de respuesta de los servicios de salud.
Debido a que nuestros sistemas de información no incluían un registro específico para el personal de salud contagiado, la Sedesa decidió crear una base de datos alimentada con los registros provenientes del Sistema de Información de Vigilancia de Enfermedades Respiratorias (SISVER), de los datos aportados a través de la comunicación directa con el personal de vigilancia epidemiológica y de recursos humanos de hospitales y de centros de salud, y con los datos obtenidos del Subsistema de Información, Equipamiento, Recursos Humanos e Infraestructura para la Salud (SINERHIAS).
Este registro es indispensable para conocer la magnitud del posible contagio y, consecuentemente, fortalecer las acciones de capacitación técnica, hacer llegar los apoyos institucionales requeridos para su recuperación y reincorporación laboral, así como también para ajustar los equipos de trabajo al interior de los hospitales y centros de salud mientras perdura la ausencia de los trabajadores enfermos.
Al 15 de julio, en el ámbito nacional la Secretaría de Salud Federal registraba 20,217 trabajadores sanitarios contagiados con SARS-CoV-2 y 271 defunciones. El IMSS, las unidades médicas de la Secretaría de Salud Federal y de los servicios estatales de salud concentraban la mayor parte de los trabajadores contagiados, con 9,470 y 8,153 casos, respectivamente. Los 2,594 casos restantes correspondieron a personal de hospitales privados, SEDENA e ISSSTE.
En los hospitales de la Ciudad de México, a la fecha, se registran 1,054 trabajadores contagiados y 46 defunciones (4.4%), de los cuales 38% son enfermeras y enfermeros, 26% médicos, 4% residentes, internos de pregrado y pasantes en trabajo social de medicina y enfermería, y 32% corresponde a personal administrativo, laboratoristas, cocineros, camilleros y nutricionistas. En las unidades de atención ambulatoria se han registrado 745 trabajadores contagiados, la mayoría de ellos han sido casos leves (96%) y 13 trabajadores han fallecido.
Uno de los principios de la respuesta del Gobierno de la Ciudad frente al Covid-19 fue la apuesta por la innovación. En ese sentido no sólo se desarrollaron herramientas y aplicaciones para el uso general de la ciudadanía como el sistema de tamizaje automatizado vía SMS/Locatel o la aplicación para consulta de la disponibilidad hospitalaria. El desarrollo tecnológico también significó una herramienta para facilitar las labores de seguimiento, trazabilidad de la información y para garantizar la continuidad de la operación al interior del gobierno.
De esta forma se desarrollaron tableros de visualización de indicadores para las reuniones de seguimiento diario del Comité Local. Así como la compartición de información de manera automática y estandarizada. Se aseguró la continuidad de operaciones del gobierno a distancia, como en el caso de Locatel donde se habilitaron estaciones de trabajo remoto para evitar aglomeraciones y contagios.
Los sistemas de información del sector de salud proporcionan resultados mensuales que, aunque útiles, no responde a las necesidades impuestas por el curso de la pandemia. Con el objetivo de contribuir a la toma de decisiones se decidió generar informes diarios que permitan conocer el número de ingresos y egresos hospitalarios, así como la cantidad de pacientes que reciben atención en los servicios de urgencias, hospitalización y terapia intensiva.
La red de hospitales de la Ciudad de México cuenta con el Sistema de Administración Médica e Información Hospitalaria (SAMIH) que, a la fecha no cuenta con un módulo para el procesamiento de información a nivel central ni con un motor de búsqueda en campos de texto natural. Para sistematizar la extracción de la información del SAMIH se ha diseñado, en colaboración con el Instituto de investigación en Matemáticas Aplicadas y en Sistemas (IIMAS) de la UNAM, una estrategia que permita superar tales obstáculos y el aprovechamiento de la información generada.
El campo de colaboración en materia de sistemas de información en salud se ha enriquecido con la participación de un grupo de investigadores coordinados por la Secretaría de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación (SECTEI). Contamos con la participación de la Agencia Digital de Innovación Pública, del Centro de Ciencias de Información Geo-espacial (CentroGeo), del Instituto Nacional de Medicina Genómica (INMEGEN), del IIMAS, además de otros centros de investigación de la UNAM.
La actualización del sistema de información ha generado un tablero de información hospitalaria que permite el análisis y visualización de información de las atenciones hospitalarias prestadas a los pacientes. Actualmente, este sistema cuenta con un avance de 70% y se están realizando actividades de prueba y la revisión de los aspectos de seguridad para poder hacer la transferencia de la tecnología a la SEDESA. En el rubro de las estadísticas regulares que genera la SEDESA se implementó la captura diaria de defunciones en la plataforma del Sistema Nacional de Información Básica en Salud (SINBA), se genera un informe diario de casos Covid-19 en hospitales y sus egresos; informe diario de defunciones en hospitales; informe diario de Red Negativa; de traslados SAMU-CRUM y un informe diario de camas disponibles para pacientes de la Covid-19.
Al inicio de la pandemia por la Covid-19 las unidades de salud de la Ciudad de México contaban con una red de datos basada en enlaces propios de microondas sobre una frecuencia abierta sin actualización, soporte o mantenimiento por más de cinco años. Tampoco se tenían sistemas de seguridad perimetral y filtrado de contenido, por lo que la red no trabajaba de manera óptima y confiable, dificultando el acceso a plataformas internas y externas al personal de salud.
Las tecnologías de la información y las comunicaciones juegan un papel crucial para brindar atención médica integral a los pacientes en la medida que permiten acceder a diversas plataformas informáticas de forma rápida y confiable. Se adoptó un proyecto estratégico para el fortalecimiento de la infraestructura de telecomunicaciones y seguridad perimetral de la Red de Servicios de Atención Médica (RSAM).
Entre febrero y julio de 2020, se dotó de seguridad perimetral basada en equipos de propósito específico encargadas de llevar a cabo el balanceo de enlaces de comunicación, generación de Redes Virtuales Privadas (VPN, por sus siglas en inglés), filtrado de contenido por usuario para páginas de internet, sistema de antivirus para detección de ataques externos, monitoreo en tiempo real de usuarios y un sistema correlacionador de eventos para la extracción de información centralizada de las 30 unidades hospitalarias. Basado en esta tecnología se integró a la Unidad de Hospitalización Temporal (Citibanamex) por medio de VPN basada en Firewall a la red hospitalaria de la SEDESA para la atención de pacientes Covid-19. Esta herramienta permite la utilización del SAMIH para el seguimiento de tratamientos y obtención de información y estadística.
Adicionalmente, se desarrollaron las siguientes acciones:
A partir del 19 de marzo de 2020, se realizaron acciones de perifoneo en las principales calles del Centro Histórico y en el corredor Reforma-Alameda para invitar a la población a respetar las medidas sanitarias implementadas por la declaratoria de emergencia e invitarlos a permanecer en casa el mayor tiempo posible para evitar contagios por Covid-19.
Del 2 de mayo al 31 de julio del año en curso, personas servidoras públicas del Gobierno de la Ciudad implementaron recorridos y acciones de perifoneo en comercios para mantener la “sana distancia” en zonas comerciales como Plaza Tezontle, alcaldía Iztapalapa; Av. Insurgentes y Bajío, alcaldía Cuauhtémoc; Av. Tláhuac y Olivos, alcaldía Tláhuac; Av. Fray Servando Teresa de Mier, Jardín Balbuena, alcaldía Venustiano Carranza, debido a la alta concentración de ciudadanos en estas zonas.
Con apoyo de policías de la Unidad de Seguridad Escolar de la SSC, se realizaron acciones de seguridad y vigilancia en 104 plazas comerciales, así como acciones de proximidad y vinculación con la ciudadanía, proporcionándoles información sobre medidas sanitarias preventivas y de protección personal para evitar la propagación de Covid-19, de igual manera, se les invitaba a cumplir con las medidas de resguardo domiciliario. Se realizaron más de 6 mil 574 acciones de perifoneo en beneficio de una población flotante de 84,655 personas de las 16 alcaldías de la Ciudad de México.
En Reunión Extraordinaria del Comité Estatal de Vigilancia Epidemiológica de la Ciudad de México, presidido por las autoridades de salud de la capital, se acordó la creación de la Comisión Científico Técnica para el Análisis de la Mortalidad por Covid-19 a partir del 13 de mayo. Lo encabezan especialistas del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias y del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán. El Comité trabajará de manera coordinada con el Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades (CENAPRECE). Por su carácter sectorial participan todas las instituciones del sector salud de la Ciudad de México.
Para el registro de las muertes en la Ciudad de México, derivado de que la Clasificación Internacional de Enfermedades, 10.ª edición (CIE-10) no contaba con un código para identificar la Covid-19, resultaba imposible que los diferentes sistemas de información pudieran generar estadísticas puntuales para su seguimiento. El 31 de enero de 2020, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) difundió un comunicado de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el cual se dieron a conocer los códigos U07.1 para la Covid-19 como virus identificado y U07.2 para la Covid-19 como virus no identificado (que incluye los casos sospechosos y probables).
Uno de los grandes problemas que afectan la calidad de la información relacionada con mortalidad es el llenado incorrecto del Certificado de Defunción, en gran parte debido al desconocimiento del concepto de Causa Básica de Defunción. Este tipo de errores conlleva a que en muchas defunciones no quede la Covid-19 como la causa que inició la cadena de acontecimientos que llevaron a la muerte. Para solventar esta situación se elaboró, en coordinación con el Centro Mexicano de Clasificación de Enfermedades (CEMECE), el documento técnico: “Correcto llenado del certificado de defunción. Muertes por virus SARS-COV-2 (Covid-19)”.
Este documento se difundió a los directores de los hospitales de la Red, a médicos y al personal de planeación, estadística y a codificadores de la SEDESA el 10 de abril del 2020 para hacer un mejor registro de las defunciones ocasionadas por Covid-19.
Se están tomando acciones para difundir estos nuevos códigos a todos los médicos de la ciudad. Estas mismas acciones también se han dirigido a los codificadores para que apliquen de manera correcta la metodología que dicta la OMS a través de la CIE-10 para la selección de la Causa Básica de Defunción. Para ello, se ha participado en sesiones virtuales con la OMS, OPS y con el CEMCE en la elaboración, traducción y difusión de tres documentos técnicos para ayudar a orientar el registro y clasificación del nuevo coronavirus.Se está participando con la OMS en la elaboración de un documento técnico sobre los “Escenarios de Codificación para Secuelas de Covid-19”, y las condiciones de codificación emergentes después de un episodio de Covid-19.